Hoy he podido usar mis poderes para hacer el bien.
Resulta que a la vuelta de la compra me he encontrado con una persona en silla de ruedas que estaba atascada en un paso de cebra, a la que no le funcionaba la batería de la silla e iba cargadísima con pesadas bolsas sin poder moverse apenas.
Como ya sabréis que es habitual en mí, al instante me ha salido mi alma angelical y le he ayudado arrastrando la pesada silla de ruedas hasta su casa escalando varias cuestas arriba muy empinadas.
En mi opinión, si toda mi resistencia y duro entrenamiento han servido para poder ser su superhéroe en ese instante, todo el esfuerzo invertido ya habrá merecido la pena.
Y para todos aquellos que dicen que mis historias no son reales... 😉